Trastorno obsesivo compulsivo

Descripción:

El trastorno obsesivo-compulsivo o TOC está clasificado dentro de los trastornos de ansiedad según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Como el nombre del trastorno indica, su principal manifestación es la de obsesiones y/o compulsiones recurrentes, que provocan un malestar clínico significativo, representan una pérdida de tiempo importante e interfieren con la rutina diaria de la persona, sus relaciones laborales  o su vida social. Sus preocupaciones suelen ocasionar una disminución del rendimiento en actividades o tareas que requieren concentración.

Algunas características que mantienen las personas con TOC son las de evitación, indecisión, culpa, gran responsabilidad, duda patológica, lentitud y excesivo control.

Muchos pacientes consultan años después de haber iniciado el trastorno, ya que sus síntomas no se habían considerado anormales, sino que lo asocian simplemente a rigidez o a su perfección; en otros casos más extremos, en algún momento la persona reconocerá que estas obsesiones y compulsiones son exageradas o irracionales. Debe descartarse que los síntomas no sean debidos a otro trastorno y que no sea producido por alguna enfermedad médica o por un medicamento o sustancia.

Pero, ¿qué son las obsesiones y las compulsiones?:

Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes que son recurrentes, persistentes, intrusivas e inapropiadas que provocan malestar, miedo o culpa. Ante las obsesiones se realizan, de forma forzada por uno mismo, diferentes comportamientos o actos mentales llamados compulsiones, que son innecesarios, repetitivos, excesivos y en el que se pierde mucho tiempo, para evitar o reducir el malestar que le supone a la persona o para prevenir alguna situación o acontecimiento temido. Estas compulsiones se suelen ritualizar, y se distinguen cuando se tienen que realizar una serie de tareas al realizar la compulsión.

Las obsesiones más frecuentes son:

-Suciedad, contaminación y enfermedad (obsesiones nosofóbicas): pensar en ensuciarse o contaminarse y causar así una enfermedad

– Agresión (fobia de impulsión): temer agredir a otras personas o a uno mismo

– Estar en peligro/comprobación (dudas obsesivas): pensar en que se está en peligro a causa de alguna imprudencia que se teme cometer; no estar absolutamente seguro de si se ha realizado una tarea, el error sería fatal

-Sexualidad: angustiarse  ante impulsos de desnudarse, de su orientación sexual, besar a alguien en contra de su voluntad, etc

-Ideas de contraste: aparición de ideas de forma brusca e inesperada que causan contradicción con las creencias de la persona o sus sentimientos

-Asunto abstracto (escrúpulos obsesivos): son una cadena de pensamientos  sobre un tema que se repite una y otra vez. Pueden ser desde temas filosóficos o religiosos hasta la forma de ser o comportarse

-Aritmomanía: necesidad obsesiva de contar objetos, sumar, ver si el resultado es capicúa, par o impar, etc

Las compulsiones más frecuentes son:

-Limpieza y desinfección: limpiar la casa, el cuerpo, la ropa, las mascotas, etc para que esté todo bien desinfectado y no haya riesgo de contaminarse

-Comprobación: asegurarse y comprobar de que no se ha cometido ningún error o de que algo malo no ha ocurrido, como ver si la llave del gas está cerrada, comprobar que se ha cerrado la puerta de casa, etc

-Orden y simetría: ordenar diferentes objetos de forma determinada para que no causen malestar

-Repetición o contar: repetir una serie de comportamientos o acciones mentales; en ocasiones son un número determinado como encender y apagar la luz tres veces antes de entrar en una habitación

-Acumulación: guardar una gran cantidad de objetos que acaban ocupando mucho espacio y que pueden no ser útiles

Prevalencia:

El trastorno obsesivo-compulsivo suele iniciarse en la adolescencia o a principios de la edad adulta, siendo mayor en hombres que en mujeres. Aún así, en la edad adulta la proporción entre ambos sexos es similar, manifestándose el TOC alrededor del 2% de la población general.

Diagnóstico diferencial:

Algunos de los síntomas del TOC se relacionan con otros trastornos y puede llegar a la confusión. Su diagnóstico  no debe realizarse si las ideas o rituales se relaciona exclusivamente con otro trastorno mental, aunque el diagnóstico adicional de trastorno obsesivo-compulsivo puede seguir estando indicado si el contenido de las obsesiones o compulsiones no mantiene relación alguna con el trastorno mental concomitante.

-Depresión mayor: este trastorno puede confundirse con sintomatología del TOC, ya que su alteración de humor propicia un seguido de pensamientos desagradables

-Esquizofrenia: antes de que aparezca la sintomatología típica de la esquizofrenia suele ser confuso su diagnóstico, porque aparecen una serie de ideas de carácter obsesivo, que posteriormente se pueden rechazar por la aparición de ideas delirantes o de síntomas alucinatorios.

-Trastorno de ansiedad generalizada: se caracteriza por  una inquietud excesiva de preocupaciones referente a circunstancias de la vida real

-Hipocondría: incorrecta interpretación se los síntomas físicos que se relacionan con el miedo a padecer o estar padeciendo una enfermedad

-Los tics o los movimientos estereotipados: se diferencian de los síntomas del TOC porque no hay como finalizar neutralizar una obsesión

¿Qué puede ayudar a que se desarrolle el TOC?

Tener una genética predispuesta, una base de personalidad obsesiva-compulsiva juntamente con acontecimientos vitales estresantes puede desencadenarse en un TOC. La principal diferencia es que en el TOC las obsesiones y compulsiones consumen una gran cantidad de tiempo, son excesivas, irracionales y afectan negativamente a la vida de la persona.

Hay ciertos acontecimientos en la infancia que pueden propiciar a esa personalidad: como tener que tomar muchas responsabilidades no acordes con la edad, exceso de protección familiar que conlleva a ser más perfeccionista y sensible, ciertos comportamientos y educación recibida dentro del círculo familiar, la fomentación de creencias en el ámbito escolar o fuera de la familia, o con los errores que tienen consecuencias negativas para el niño.

Ejemplo de una narrativa de una persona con TOC:

También creo que lo de la limpieza y el orden de las cosas no es nada de enfermedad, simplemente tiene que ver con que en mi casa sobresalen las cualidades de la limpieza, la religión y el orden, y por eso creo que soy así. Además, no tiene nada de malo evitar enfermedades […]. Lo que sí se me hace raro es que tenga que hacerlo tantas veces. Antes no era tan excesiva en ese tema […]. A veces sí me parece que es como absurdo que yo viva en torno a si me voy a enfermar o si mi familia se va a enfermar, pero me da mucho miedo si eso llega a suceder y no puedo evitarlo…”

Tratamiento

La mejor opción es la combinación de antidepresivos con la psicoterapia, pero en algunos casos las personas con TOC rechazarán el tratamiento farmacológico porque creen que ello les reducirá su capacidad de control antes las situaciones.

El tratamiento psicológico más efectivo es el cognitivo-conductual:  para tratar las obsesiones se utiliza la exposición de los estímulos obsesivos,  ésta será gradual pero empezando de forma intensa ya que así la eficacia será mayor al enfrentarse con tolerar más ansiedad, y para las compulsiones se utilizará la prevención de respuesta, que lo que se pretende es impedir la realización de estos actos o rituales; técnicas cognitivas y psicoeducativas también serán imprescindibles para la terapia, explorando  tanto los factores relacionados con la adquisición como el mantenimiento de sus síntomas, incidiendo en cómo evalúa e interpreta el paciente sus pensamientos, en la toma de conciencia para reducir el peligro existente, ayudar a limitar su tiempo, disfrutar de las cosas, no atribuirse culpa, la toma de decisiones, etc.

Se ha de hacer hincapié en que no desaparecerán todas las obsesiones porque alrededor del 90% de la población tiene algún tipo de pensamiento o impulso desagradable sin ser desadaptativo.

Bibliografía:

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Jarne, A. y Talarn, A. (2005). Manual de psicopatología clínica. Barcelona: paidós

-Moreno, P., Martín, J., García, J., yViñas, R. (2008). Dominar las obsesiones. Bilbao: desclée de brouwer

Vallejo, M. A. (2001). Tratamientos eficaces para el trastorno obsesivo compulsivo. Psicothema, 13(3), 419-427

Redactado por la psicóloga Victoria Gascón

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